El próximo curso escolar 2021-2022, trae consigo varios desafíos para las familia mexicana. La implementación por parte de la SEP de un modelo educativo "Híbrido", nos permitirá en cierta medida, tener nuevamente en nuestra aulas a nuestros niños. Esos niños, niñas, preadolescentes y jóvenes, que tanto extrañamos y que tanta falta nos hacen en nuestras escuelas.
Si bien es cierto que la implementación de esta modalidad de enseñanza, que contemplará actividades presenciales combinadas con actividades online en nuestros hogares, busca en cierta manera ir de poco a poco, restableciendo la posibilidad de tener la normalidad que tanto deseamos y que muchos científicos y/o estudiosos niegan que sea posible, no podemos negar que es un gran paso y que sobre todo, debemos atender con cuidado tanto los docentes, padres y autoridades gubernamentales, para que nuestros anhelos se materialicen.
El que nuestros hijos regresen a las escuelas en tiempos de Covid 19, nos obliga a mantener:
1. Altos estándares de higiene e organización escolar en cada uno de los centros educativos de los diferentes niveles. Esto es vital para el correcto funcionamiento y continuidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, sobre todo, para que los padres ganen en confianza y permitan el acceso continuo a las instalaciones educativas.
2. Una excelente planificación y coordinación de las actividades educativas que en las instituciones o escuelas se darán. No podemos exponer a nuestros pequeños o jóvenes a actividades innecesarias. Debemos ser capaces de ofrecer los conocimientos precisos y las actividades vitales (como las deportivas, que tanto han sufrido) en el menor tiempo posibles que tenernos para interactuar.
3. Las actividades extraescolares orientadas de manera online, deben reforzar, mas que nada, los conocimientos que aprendieron en las aulas. Deben ser capaces de buscar en mayor medida, una interdisciplinaridad con otras asignaturas y los educandos deben verlas, como una actividad de disfrute.
4. La comunicación, la comprensión y la empatía entre el docente y el padre o tutor, en la enseñanza básica, debe ser clave y se tiene que reforzarse entre ambas partes. Los educadores debemos se capaces de orientar y facilitar toda la información necesaria a los padres, para que estos la conozcan, nos apoyen y se involucren activamente en los procesos. Esta actividad debe ser reciproca de igual manera.
5. El control de las actividades realizadas por el estudiante y que los padres deben velar, debe ser sistemática. No podemos pensar que porque ya nuestros niños están asistiendo nuevamente a las escuelas, la tarea educativa fundamental es del educador. La educación nace en el hogar y se refuerza científicamente y en las escuelas, mediante un trabajo pedagógico. Es importante que se conozca que esta metodóloga de enseñanza refuerza más aún, el protagonismo del estudiante en su propia educación. Mantener una comunicación efectiva sobre estos temas con él o ella, es siempre importante.
Informarnos y prepararnos sobre los cambios en materia de educación, es un deber de todos. Añoramos los tiempos en que nos saludábamos con un fuerte abrazo. Los tiempos en el que compartíamos espacios públicos riéndonos con los buenos amigos sin temor a nada, aquellos en los que aprendíamos gracias al apoyo presencial de nuestro profesor o tutor. Si somos responsables, estoy seguro que volveremos a vivirlos. ¿Qué opina usted?
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